Yoga, Hatha Yoga y Yoga Integral
Hace unos 5300 años entorno al valle del río Indo aparece el primer vestigio arqueológico que ofrece información contrastada sobre el origen del Yoga. Es un sello que lleva grabada una figura masculina sentada en posición de loto.
La evolución que tiene el yoga desde entonces sería muy larga de escribir pero podemos resumir que el Yoga surge con un objetivo: acelerar la evolución personal, espiritual o en consciencia del individuo que le permita conocer y permanecer en su verdadera naturaleza. Todo esto se desarrolla a través de las 5 vías tradicionales del Yoga:
La variedad de técnicas que ofrece el Yoga en general y su versión más extendida en occidente, el Hatha Yoga, es muy amplia. Asana es la herramienta o técnica que más se practica en el Hatha Yoga. La mayor parte de las Yoguinis y Yoguis entran en contacto con el yoga a través del trabajo postural, o mejor dicho, de “asiento” interno que produce su correcta ejecución. Pero el yoga abarca mucho más.
Los primeros que desarrollan el Hatha Yoga y así lo dejan patente en los principales textos que existen sobre este, son los Naths. Estos Shadaks (practicantes de yoga), también conocidos como Yoguis alquimistas, tuvieron su apogeo en el medievo, entre el siglo VII y XVI de nuestra era. Los textos más relevantes y conocidos son cuatro: Goraksa Sataka y Yoga Bija (Siglo XII), Hatha Yoga Pradipika (entre el siglo XIV y XVI) y el Gheranda Samhita (Siglo XVII).
En estos textos se explican las distintas técnicas que utilizaban y que fundamentaron el Hatha Yoga. Estas son: Asana, Pranayama, Kriya, Shatkarma, Bandha y Mudra.
En el último texto citado “Geranda Samhita” se amplía el abanico de técnicas, incluyendo Pratyahara, Dhyana y Samadhi, aspectos de la práctica relacionados con la meditación o Raja Yoga. Es decir en total 9 técnicas.
Las personas somos un compendio complejo de aspectos. Si bien en un estado avanzado de Yoga descubrimos que todo es Unidad, el desarrollo hasta alcanzar esto lo hacemos a través de la dualidad, y en esta, lo que somos se manifiesta en 4 dimensiones principalmente: la física, la vital o emocional, la mental y la trascendente o espiritual.
Las distintas herramientas de las que se compone el Hatha Yoga abarcan todos los aspectos de lo que somos y asana incide principalmente en nuestra dimensión física. Aquí me gustaría plantear unas cuestiones: si únicamente haciendo asana percibimos un gran beneficio en nuestra vida por la evidente importancia que tiene lo físico sobre nuestra percepción:
¿te imaginas hasta donde podrías llegar si practicaras no 1 sino las 9 técnicas descritas en el Gheranda Samhita?
¿te imaginas además el aceleramiento en tu evolución personal que puedes lograr si combinas las 9 técnicas con criterios basados en la experiencia?
¿te imaginas también si además de utilizar estas 9 herramientas utilizamos con mesura, dirección y conocimiento los principios que subyacen y ofrecen las 5 vías del yoga?
El Yoga intregral es lo que hace precisamente, utilizar la parte esencial de la amplia gama herramientas que ofrece el yoga. Esto permite alcanzar el objetivo clásico del yoga y además:
El Yoga Integral tiene que posibilitar que nos instalemos en una paz evidente y permanente en medio de la vida, para que así podamos descubrir un muy importante objetivo de este Yoga:
El alcance y la profundidad a la que nos puede llevar el Hatha Yoga es mucho mayor de lo que las personas se pueden imaginar, si además lo ampliamos como hacemos en el Yoga Integral, lo conseguido puede transcender nuestra individualidad y contemplar la práctica yóguica como una entrega para el bien común.
Sentir paz en mitad de esta forma de vida tan rápida y trepidante es posible para nosotras y para todas las personas. Es más, podemos instalarnos en esta paz y desde la fuerza y claridad que surge de esta, colaborar en la construcción de un futuro más luminoso, armónico y consciente.
Pedro Burgos - Escuela Mahashakti